CAMPO MUNICIPAL DE LA COSA: CAMPO HISTÓRICO......
Read More......viernes
martes
pruebas de impresos
domingo
Escribe un final, feliz o no, para este cuento.
LOS MIMBRES Y LAS CESTAS
Érase una vez, en un lugar muy lejano, una cestera que tenía fama de hacer las mejores cestas del País de las Cestas. Sus cestas no sólo eran las más bonitas y ornamentadas, sino que además eran las más útiles: unas valían para llevar huevos y eran pequeñas y delicadas, otras para acarrear pesadas piedras y eran grandes y recias; otras habían nacido para trasportar las cosechas de la aldea al mercado, y eran confortables y flexibles.
Se cuenta además que su mayor mérito era, y de ahí le vino la fama, que los mimbres de los que partía para fabricar sus cestas, eran los sobrantes que los cesteros más antiguos del Gremio de Cesteros del País de las Cestas habían rechazado.
Su Fama fue tal que un día el Rey del País de las Cestas envió emisarios a la Aldea más pequeña y recóndita del Reino, con la buena nueva de que la Cestera debía ir a Palacio para ponerse al frente de la Fábrica de Canasta y Mimbre de la Cestería Real.
Bullicio y alegría, de la mano como dos enamorados, recorrieron las calles de la aldea más pequeña del País de las Cestas, pues por fin, la cestera, su cestera, podía hacer su sueño realidad.
El día convenido, la cestera se personó en Palacio y quedó todavía más contenta de lo que ya venía, al comprobar las instalaciones y el personal que estarían a su mando. Y quedó totalmente prendada cuando le enseñaron en el Almacén Real los mimbres de los que iba a partir para hacer sus nuevas cestas. Los mimbres más recios, y fuertes al tiempo que bien calibrados, con el mejor tono y textura. De la misma calidad, o aún mejores, que los mimbres con los que contaban los cesteros más antiguos del Gremio de Cesteros del País de las Cestas, que ejercían su oficio en las aldeas cercana a la que ella venía.
Por fin -se dijo- podré demostrar a todos mi valía. Con estas instalaciones, este personal y estos mimbres, mis cestas no tendrán quien las iguale.. ( continuará )
Este cuento está inacabado, se aceptan finales, felices o no. Escribe el tuyo en la sección comentarios. Si eres del entorno del Benjamín "D" del CD Onda y tienes acceso al Libro -anuario conocerás el final elegido.
Debe haber, como mínimo, una bruja mala, que predisponga a los mimbres y al personal contra la cestera - no vale a decir nombres própios -, un príncipe bueno, que medie ante el Rey, para que la canastera haga realidad su sueño, y un viejo sabio que le explique qué es en verdad un sueño.
Etiquetas: El cuento.
Labels
- El cuento. (1)
- Instalaciones (1)


